Anverso


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Muere lentamente

Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee, quien no escucha música,
quien no halla encanto en sí mismo.

Muere lentamente
quien destruye su amor propio;
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos senderos,
quien no cambia de rutina,
no se arriesga a vestir un nuevo color
o no conversa con quien desconoce.

Muere lentamente
quien evita una pasión
y su remolino de emociones;
aquellas  que rescatan el brillo de los ojos
y los corazones decaídos.

Muere lentamente
quien no cambia la vida cuando está insatisfecho con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo seguro por lo incierto
para ir tras de un sueño
quien no se permite,
por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos...

Vive hoy!

¡Arriesga hoy!

¡Haz hoy!

No te dejes morir lentamente !

¡NO TE OLVIDES DE SER FELIZ !


Pablo Neruda






Canto del cisne

Se acabó, se tenía que acabar en algún momento.

Hace poco recordaba que era mortal,
una invitación clara a la salida honrosa,
al final de algo más que una vida:
la angustia, el dolor, la soledad de este momento.

La decisión así se vuelve sencilla,
y la última esperanza es que resulte apacible,
tranquila como un baño en el mar tranquilo,
y me dé el placer de buscar a mis padres y a mi madrina,
y me encuentre con ella en ese hogar que nunca tuvimos:
juntos, rodeados de gatos y tardes de verano bajo un árbol.

Es un viaje que promete, es la opción más preciada
antes de perder del todo el respeto a mí mismo,
antes de que mi dignidad y un rostro de ángel
sean lo único que quede en estas venas quemadas.

Es todo tan extraño, tan inmerecido, tan injusto;
tan lleno de una tristeza que sólo hace llorar,
que sólo sabe de nostalgia y desamparo,
que sólo provoca miedo y espanto.

Creo que de nuevo ha llegado la hora de morir.

Hubo un momento que creí que era posible,
que luché como nunca he luchado,
que merecí el milagro de la vida plena
y disfruté del espejismo del estado de gracia,
de la gloria más grande jamás contada;
pero sólo fue un momento, pasó deprisa.

Luego vino la maldición del luto del alma,
la llamada agresiva de la herencia de la cruz;
el dolor, de nuevo el dolor, y el pánico antiguo;
y seguí luchando por lo que siempre he querido
y tuve delante de mí lo que siempre he querido,
y seguí luchando como nadie ha luchado,
y seguí hasta que m lucha se convirtió en una carga.

Esta batalla termina con una muerte blanca,
con honores, con flores y lágrimas de alegría;
en lo más alto, en la cima de un mundo hermoso,
contigo y sin estar tú, ni tú, ni tú tampoco,
pero estando todos en un recuerdo agradecido;
con toda la calma, habiendo perdido el miedo.

Y os escribo este canto del cisne antes del fin
y os convoco a la nueva vida que me espera, 
y venderé mis cómics y todos mis libros,
y quedaré desnudo como el día en que nací
para recordar cómo se nace a un mundo nuevo,
dejaré unos cuantos recuerdos en forma de piedras
y una foto de la belleza con flores en el aura;
y veréis que sigo caminando por las calles
y os decepcionará esta carta de despedida,
y habrá una gran sonrisa y la suerte en mis bolsillos,
y nunca más dolor ni tristeza ni poesía;
y será en esta ya tercera muerte cuando aprenda
a no amar, a no creer, a no luchar por lo imposible,
y quedaré en silencio acompañado de lo que escribo,
con la única intención de estar tranquilo, sano y salvo,
dejando pasar los días, y me reuniré con ellos
cuando cierre los ojos y vuele en bicicleta a Cerceda,
y ya sólo estaré con la memoria de los que me amaron.

Esta sensación será sólo mía y sus ojos y las risas
y la extrema felicidad de nuestra vida en común;
sólo quiero que me dejen en paz y vivir con eso
sin tener que morir para abandonar las horas,
que empiece cuanto antes esta cuarta vida,
y que esta muerte sea abono para amelias.






                                Ya no hay heroes - Loquillo y Trogloditas (2003)



                      WW I  -  Reuters 163



                                The Backwater Gospel  -  Bo Mathorne   (Subtitulado)

Hasta donde alcanza la memoria, la llegada del enterrador ha significado la llegada de la muerte.
Un día la siniestra promesa falla y la tensión aumenta a medida que la gente del pueblo de Backwater, temeroso de Dios, espera que alguien muera.


 



Los Nadies

Sueñan las pulgas con comprarse un perro
y sueñan los nadies con salir de pobres,
que algún mágico día
llueva de pronto la buena suerte,
que llueva a cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy,
ni mañana, ni nunca,
ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte,
por mucho que los nadies la llamen
y aunque les pique la mano izquierda,
o se levanten con el pie derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.

Los nadies: los hijos de nadie,
los dueños de nada.

Los nadies: los ningunos, los ninguneados,
corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos,
rejodidos:

Que no son, aunque sean.

Que no hablan idiomas, sino dialectos.

Que no profesan religiones,
sino supersticiones.

Que no hacen arte, sino artesanía.

Que no practican cultura, sino folklore.

Que no son seres humanos,
sino recursos humanos.

Que no tienen cara, sino brazos.

Que no tienen nombre, sino número.

Que no figuran en la historia universal,
sino en la crónica roja de la prensa local.

Los nadies,
que cuestan menos
que la bala que los mata.

Eduardo Galeano



                                Magritte's Great Escape  -  Joe Webb



                               Zero  -  Christopher Kezelos

En un mundo que juzga a la gente por su número, Zero se enfrenta a un prejuicio y una persecución constante. 
Él anda un camino en soledad hasta que un encuentro, por casualidad, cambia su vida para siempre : conoce a una mujer Zero. Juntos, demuestran que a través de la determinación, del coraje y del amor, nada puede ser realmente algo. 






El hombre nuevo

Un hombre joven aparece en un pueblo. No sabe quién es. No recuerda su nombre, de donde viene, quiénes son sus familiares. Es acogido y cuidado. Toma un nombre, hace una vida, se inventa a sí mismo.

Una mañana, después de treinta años, despierta y recuerda quién era antes de perder la memoria.

Ese hombre se llama Edgar Latulip. Cuando empezaron a regresar los recuerdos habló con las autoridades y reconstruyeron la historia. Edgar perdió la memoria por un golpe que recibió en la cabeza mientras viajaba a conocer las cataratas del Niagara. Tenía veintiún años entonces.

¿Cuál es la verdadera identidad de este hombre? ¿Es más auténtico quien fue durante los primeros veintiún años antes de perder la memoria, o quien fue durante los treinta años después del golpe?

No conozco el nombre que usó Edgar durante los años perdidos. Digamos que antes de perder la memoria era Edgar y luego era Jack.

Si damos más importancia a los números, podríamos decir que la mayor parte de su vida ha sido Jack, por lo tanto esa es su verdadera identidad.

No obstante, esa respuesta no nos satisface. No se puede borrar el pasado, especialmente si fue el pasado primigenio, el que nos dio forma. Algo nos mueve a pensar que Edgar era el auténtico y Jack fue un impostor que fingió por treinta años.

¿Cuánto tiempo debemos usar una máscara para que deje de ser una máscara y se convierta en nosotros mismos?

¿Jack borró a Edgar? ¿Edgar vivía en el fondo de Jack?

Cuando Edgar desapareció, este hombre eligió ser Jack. ¿No es eso más auténtico?

Nos gusta convencernos de que cada día usamos una máscara que protege nuestra identidad. Nos gusta imaginar que el comportamiento mezquino, o alegre, o frío, o convencional que vivimos no es lo que somos realmente. Nos gusta creer que en el fondo somos otros.

¿Somos lo que imaginamos que hay en el fondo de nosotros o somos lo que hacemos cada día?

Todos los días actuamos de una forma, nos comportamos de una forma, vivimos de una forma; pero tenemos intenciones de vivir de otra.

Eso es lo que creemos que somos: intenciones. Con qué facilidad confundimos intenciones con realidades.

Edgar desapareció a los veintiún años y por treinta años Jack fue creciendo hasta que llegaron los recuerdos; sin embargo, no hay camino de regreso. Este nuevo hombre es un nuevo Edgar, con los recuerdos de dos vidas. Este nuevo Edgar es un Edgar futuro. Un Edgar al que le toca elegirse de nuevo.

¿Quién es el auténtico? ¿Es quien fue, quien es o quien será?

En el fondo no somos otros, somos eso que hacemos todos los días, somos esa máscara que usamos, que elegimos usar a diario. Somos lo que elegimos ser cada día.

¿Qué pasaría si olvidáramos quienes somos por treinta años? ¿Qué pasaría si olvidáramos quiénes somos por veinte años, por diez años, por un año, por un mes, por un día?

¿Podemos volver a inventarnos?

-Carlos García



                      Sébastien del Grosso



                                Lemonade  -  Cocorosie






Vivir sin miedo

"Miedo a la puerta sin cerradura,
al tiempo sin relojes,
al niño sin televisión,
miedo a la noche sin pastillas para dormir
y miedo al día sin pastillas para despertar.

Miedo a la multitud,
miedo a la soledad,
miedo a lo que fue
y a lo que puede ser,
miedo de morir,
miedo de vivir…”

El gran Eduardo Galeano (Montevideo, 1940 -2015) escritor y periodista uruguayo, era capaz de indagar en lo más profundo del alma. Era capaz de sacudir el corazón bruscamente, sin avisar, y lo hacía con frases que emergían leves, sin artificios, con esa musicalidad uruguaya y casi angelical.

                        "Vivir sin Miedo" Inspiradora y maravillosa lección de vida de Eduardo Galeano







CANCIÓN DE LA CIUDAD


Amo a los hombres que una luz futura

nutren con los ardores de su vida

y saben que el presente es la mentida

brasa de una existencia no segura.

Los que son faros en la noche oscura

para la nave errada o sacudida;

los que ponen ungüentos en la herida

y dan alivio y paz, si no dan cura.

Los que comparten mesa y agonías

y duplican tus gozos y alegrías

y, si te falta fe, te dan certeza.

Ellos que, si has caído, te levantan

y sufren más que tú y que yo y que cantan

la vida por hacer y su belleza.


( de Miradas sobre el agua )




                       Have You Ever Seen The Rain - Rod Stewart





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